viernes, 26 de junio de 2015

Wikipedia, mon amour

Polemizar con la Wikipedia a estas alturas de la película es como golpearse contra los muros de un edificio feo, así que paso. Al fin y al cabo, quien pretende conocer los datos básicos de tal o cual autor, libro, cuadro, acontecimiento histórico, teoría científica o cantante, acude a sus fondos con total credulidad. Pues bien, me dije hace años, voy a subir un artículo decente sobre la materia, con los materiales de los que ya disponía, y que superaban ampliamente la información vertida en la edición anterior del artículo, que versaba, nada más y nada menos, sobre los principios de ese texto infame que es el Kybalión. Por cierto, antes de entrar en materia, tengo que decir que aún me conmueve que haya personas en el mundo actual que se dejen embaucar por residuos postocultistas como éste. Damas y caballeros, de creer o pensar en algo, decántense ustedes por terrenos más sólidos, es decir, por las obras filosóficas de los genios de la Antigüedad, el Renacimiento y las épocas modernas. ¿Dónde van a estas alturas de la película, creyendo en cuentos de vieja, cuando hay textos preciosos de autores fácilmente encontrables en las librerías de su pueblo?
A lo que iba. Me he preocupado por leer las ediciones de la entrada “hermetismo” en inglés, francés e italiano; y tengo que decir que de quedarme con alguna me decantaría por el artículo en francés, que si bien es excesivo deudor de las teorías normativas de Faivre y probablemente del Dictionary of Gnosis and Western Esotericism (2006), al menos elabora un recorrido útil y sencillo para el lector habitual de la Wikipedia. El artículo en inglés es vergonzoso, sencillamente, y confunde más que explica; como mucho, es una versión esotericoide del fenómeno aderezada por algunas referencias eruditas, y de hecho la primera parte de su excurso fue transferida sin más por un usuario anónimo a la española entrada, valiéndose de una redacción de patio de colegio y salpimentando el refrito con una versión sui generis de lo que debe ser una etimología; etimología en la que hacía referencia a cuatro supuestas obras “herméticas” modernas, sin caer en la cuenta de que cuando se emprende un trabajo de semejante calado intelectual y erudito, se debe acudir a las lenguas sobre las que se asientan las fuentes primarias, como por ejemplo hace José Rodríguez con respecto a la Alquimia. En el caso del hermetismo, por lo tanto, deberíamos acudir al griego koiné, al copto, al armenio antiguo, al latín, al árabe y al hebreo, principalmente; lo mismo que perdernos en diccionarios etimológicos y en definitiva, en mil y una referencias bibliográficas. A la vista de estos desaguisados, el común de los mortales acaba por creer que en el ejercicio de las Humanidades nos limitamos a polemizar infructuosamente sobre el sexo de los ángeles.
¿Y qué hay de mi versión del artículo? Pues se trata de un resumen explicativo que utilizaba para un uso personal, elaborado tras varias lecturas reflexivas y apasionadas de los Hermetica filosóficos, y que redacté cuando aún vivía en Salamanca, allá por el año 2006, que ya ha llovido amigos… No digo que esté mal, pero no considero que eso sea un artículo de enciclopedia propiamente dicho, y además carece de un cuerpo de notas a pie de página que aclare su redacción; por lo demás, tiene un punto fuerte: se acude constantemente a los textos originales, en su edición de Gredos. No obstante, sumando y restando, y viendo las versiones en el resto de idiomas, no salimos mal parados. ¿Que si he pensado en reescribirlo dignamente? Sí, claro, pero me topo con un problema fundamental: ¿para qué dedicar buena parte de mi tiempo en redactar algo que puede ser alterado por cualquier usuario anónimo? No digo que la Wikipedia carezca de moderadores, pero desconfío de ellos: ¿quiénes son?, ¿de dónde deriva su prestigio académico? Y además ignoro sus intenciones, que compruebo alejadas del mero placer por conocer y de unas mínimas exigencias académicas. Creo que de hecho hay una especie de lucha soterrada muy del gusto polemista del latino medio, por apropiarse de tal o cual artículo, sobre la base del “tú estás equivocado”, “no, tú estás equivocado, etcétera”. Paso de meterme en ese berenjenal, amigos.
De todos modos, seguiré atento a su redacción, pero en el caso de que la corriente oleaginosa y vocinglera me arrastre, me dejaré ahogar... 

2 comentarios:

  1. Querido Iván... ¡qué curioso! Veo que hemos transitado sendas comunes en los últimos meses. También yo me he llegado a plantear la posibilidad de escribir una entrada en Wikipedia, en concreto, sobre un aspecto tan desconocido como la Mansión de las Aguas escurialense, a propuesta de mi querida Elena Martínez... Como tú, me revuelvo contra todo lo que significa Wikipedia pero, también como tú, paso de enfangarme en peleas vanas. De hecho, he de reconocer que uno de los "descubrimientos" más fastuosos que he realizado en los últimos tiempos se debe, precisamente, a la lectura en detalle de una biografía wikipédica. Como tú, comparé las entradas en inglés, en alemán y en castellano. Y fue, precisamente, la entrada en nuestra lengua la que disparó mis sospechas y arrojó una luz insospechada a mi investigación, hasta el punto que ha cambiado por completo el rumbo de mis teorías y, sin duda, va a cambiar la visión que tiene la historiografía actual sobre dicho aspecto. Perdona que sea tan críptica y no diga de qué estoy hablando, ya sabes como son estas cosas de la investigación: mejor y no levantemos la liebre... Pues bien, pese a tan satisfactoria experiencia, sigo resistiéndome a escribir mi entrada sobre la Mansión de las Aguas y mi razón de peso es la misma que la tuya: creo que no soportaría que nadie viniera a meter la cuchara en un tema tan querido para mí... así que, ahí está la propuesta, apilada con otras muchas iniciativas más, pendiente de ver si me lanzo o no; de ver si decido, como tú, dejarme arrastrar por la corriente.
    ¡Besos!
    Mar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas, Mar. En efecto, la Wikipedia es un entorno de lo más curioso... creo que fue José quien dijo que en ella se dan lo mejor y lo peor, y es cierto. Depende de quién redacte el artículo. Creo que un paso en la buena dirección lo constituiría el hecho de acabar con con el anonimato de sus contribuyentes; que cada persona que participe lo haga dando la cara, con su nombre, sus apellidos y su currículum académico: https://es.wikipedia.org/wiki/Discusi%C3%B3n:Hermetismo#Error_de_concepto_e_incongruencias_argumentales.. Es una de las paradojas de la red: te obliga a poseer un bagaje cultural suficiente como condición previa a buscar información, porque de otro modo no serías capaz de discriminar lo útil de lo inútil. Aunque pensándolo bien, así es la vida entera, ¿no? Te animo a que crees el artículo al que te refieres, antes de que cualquier medianía se te adelante; al fin y al cabo si yo me decidí en su momento a participar, se debió a que no soportaba que las personas que buscaban información sobre la materia en Internet, se quedaran con una impresión tan pobre y sesgada del asunto, lo que no obsta para que tenga mis reticencias a participar en ella de una manera, digamos, "sólida".

      Ardo en deseos de conocer ese nuevo descubrimiento del que hablas; ¡suena fantástico!

      Un abrazo,

      Iván.

      Eliminar