lunes, 7 de enero de 2013

Feliz Año Nuevo. Una nueva esperanza


“A truce to philosophy! – Life is before me, and I rush into possession. Hope, glory, love, and blameless ambition are my guides, and my soul knows no dread”. Mary Shelley’s The Last Man

Si mi anterior entrada de principio de año pretendía ser “nostálgica”, en este nuevo año que comienza prefiero tener “bellas esperanzas”, sencillamente. Dos mil doce ha constituido un movimiento de traslación dotado de mucho ajetreo para este proyecto que dirijo, y eso es bueno y malo a un tiempo. Es bueno porque indica que Studia Hermetica va en serio y va hacia adelante, y malo porque su dimensión “pública” resta mucho tiempo al trabajo en la sombra, que a la postre es lo único que cuenta. Por ese motivo, a partir de ahora mediré hasta el más nimio detalle los cómos y los porqués de mi participación e implicación en futuros eventos “sociales”. De cualquier manera, y estando muy de acuerdo con José Rodríguez, a mí la dimensión pública de este trabajo que llevo desarrollando desde 2008, “no me da ni me quita nada”, es decir, que no necesito y casi me es indiferente que se conozca y valore en según qué círculos. A algunos de esos círculos, de hecho, ya les he echado el cerrojo o bien los he puesto en cuarentena, y la razón es evidente: a mí sólo me interesa participar en aquellas cosas verdaderamente útiles para el conocimiento. Lo demás me trae al pairo. Y esto, que puede sonar a perogrullada, implica decepcionar, ignorar y enfrentarse a personas de carne y hueso. En esta vida todo tiene un coste social, y me parece bien: no estoy aquí para decir a todo el mundo que sí, como Claudius. Revel in your time!
En cuanto a los proyectos a desarrollar para este nuevo año que comienza, son los mismos que en el anterior: quedan pendientes un número dedicado a la dimensión artística e imaginativa del hermetismo, y otro al concepto de materia en la Antigüedad, un tema que me fascina desde siempre, y mucho más desde que tuve la oportunidad de leer algunos trabajos de investigadores como Eugène Chevreul, Cristina Viano o Luc Brisson. Y tengo que sumar a esto una incipiente curiosidad por el movimiento paracelsista, sobre el que pretendo decir algunas cosas en un futuro no muy lejano.
En cuanto a las fechas, insisto: Studia Hermetica Journal (lo mismo que Azogue), son dos proyectos académicos independientes que no obedecen a “agendas” o presiones administrativas de ninguna clase, sino a un criterio de oportunidad, de placer y de buen hacer. Publicamos cuando creemos que tenemos algo que decir y cuando tenemos el tiempo y los recursos para hacerlo, tras un exhaustivo análisis y un sesudo recuento de todo lo escrito, leído y pensado. Otros colegas investigadores se lo toman de manera muy distinta, pretendiendo en sus proyectos académicos aglutinar todas las noticias, publicaciones y eventos relacionados con la Historia del Hermetismo y sus corrientes relacionadas, pero esa no es mi forma de trabajar, y por eso sólo me detengo y le doy publicidad a aquellas cosas que me interesan o me llaman la atención por cualquier motivo.
Tengan en cuenta que cada estudioso se ha dedicado a esto del hermetismo por razones muy distintas. En este orden de cosas, hace muy poco tiempo tuve la oportunidad de mantener unas reveladoras charlas con el Dr. Carlos Gilly, charlas en las que me confesaba que se había decantado por el estudio del hermetismo con el fin de estudiar el pensamiento de los “disidentes”, de aquellos heroi que se enfrentaron al mecanicismo escolástico y a la ortodoxia, desde una posición valiente, imaginativa y heterodoxa, abriendo en ese enfrentamiento nuevos surcos y caminos para sus congéneres. He pensado mucho sobre sus palabras, a raíz de analizar mis propias motivaciones; estoy de acuerdo con él en buena parte, pero destacaría del mismo modo su dimensión estética: encuentro una fuente inagotable de belleza en las filosofías platónicas, una belleza que causaría heroicos furores y precipitaría infinitos mundos. En particular, yo me decanté por el estudio del hermetismo debido a la belleza de sus teodiceas y su relación con la Historia de la Ciencia y de la Filosofía; su dimensión “esotérica” me da náuseas, y me ocupo de ella lo justo. De todos modos, eso es lo de menos: somos, ante todo y sobre todo, historiadores del pensamiento, y esto conlleva necesariamente un análisis pormenorizado de todos aquellos aspectos del fenómeno histórico analizado. En otras palabras, no hay “historiadores de la ciencia” frente a “historiadores del arte”, o a “historiadores de la cultura”, ni muchísimo menos. Lo digo porque con frecuencia he comprobado algo sorprendido que algunos investigadores consideran que los miembros de Azogue analizan los textos desde la perspectiva de la “Historia de la Ciencia”, y eso no es correcto.
Durante este próximo año nuevo deseo ocuparme y revalorizar el estudio de las fuentes relacionadas con el hermetismo renacentista, por ejemplo en forma de ediciones diplomáticas con traducciones libres. Es una tarea harto urgente, debido a la proliferación de publicaciones de dudoso valor académico, y al generalizado desconocimiento y la confusión en relación con tales fuentes por parte de muchos aficionados a esto del hermetismo. Por supuesto, lo haré partiendo de mi pasión y de mi especialidad, mucho más cercanas en esencia a las Historias de la Filosofía y de la Ciencia. Me siento más cómodo lidiando con conceptos filosóficos, como todo el que conozca mi trabajo sabe.
Valga este pequeño cuadro como un regalo de reyes, y como la continuación de una labor de revalorización y estudio de las fuentes llevada a término por los miembros de Azogue desde 1999. Se trata de una selección de manuscritos y de fuentes relacionados con el hermetismo renacentista, principalmente redactados en latín, italiano y francés, con el propósito de que el lector pueda acceder más fácilmente a sus ediciones digitalizadas, y que ubique correctamente los movimientos y corrientes filosóficas implicadas (no obstante, algunas de estas ediciones no se corresponden exactamente con la edición digital reflejada en el enlace). Es, además, una selección basada en criterios muy personales: he incluido aquellas fuentes que más me interesan y sobre las que deseo centrarme en los próximos años. La iré completando y perfilando con el tiempo. Asimismo, he seguido en este recuento los catálogos editados por la Bibliotheca Philosophica Hermetica.
En breve daré por inaugurada una nueva sección de Studia Hermetica dedicada al Renacimiento, y esto, junto con los paneles de la muestra de libros recientemente celebrada en la Universidad de Granada, y sus textos, dará a los aficionados o estudiosos del tema un inmejorable punto de partida para enfrentarse a este apasionante periodo de nuestra historia.
Abreviaturas:
MAS = Magia, alchimia, scienza dal '400 al '700. L'influsso di Ermete Trismegisto/Magic, Alchemy and Science 15th-18th centuries. The influence of Hermes Trismegistus, ed. de C. Gilly and C. van Heertum, vol. 2, eds. Florence, Centro Di, 2005.
Il Ritorno = Marsilio Ficino e il ritorno di Ermete Trismegisto/Marsilio Ficino and the Return of Hermes Trismegistus, ed. S. Gentile and C. Gilly, Florence, Centro Di, 2001.

Manuscritos del Corpus Hermeticum y otros textos integrados en los Corpora Hermetica
Marc. Gr. Z. 299 (=584), siglo XI. BNM, Venecia. Junto con los manuscritos de Paris. Gr. 2325 (siglo XIII) y 2327 (siglo XV), es uno de los más importantes testimonios de la literatura alquímica griega (MAS, p. 52).
Marc. Gr. Z. 335 (=645), siglos XIV-XV. BNM, Venecia. (MAS, p. 54).
Marc. Gr. Z. 336 (=646), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 55).
Marc. Gr. cl. V. 13 (=1221). 1376 d. C., BNM, Venecia (MAS, 57).
Cod. marc. Gr. Z. 242 (=993), siglo XIV. BNM, Venecia (MAS, p. 15).
Cod. marc. Lat. VI, 81 (=3036), siglo XIV. BNM, Venecia (MAS, p. 26).
Cod. marc. Gr. Z. 263 (=1025), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 17).
Cod. marc. Lat. Z. 467 (=1557), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 22).
Cod. marc. Lat. Z. 324 (=1938), siglo XIV. BNM, Venecia (MAS, p. 59).
Cod. marc. Lat. VI, 215 (=3599), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 62).
Cod. marc. Lat. VI, 214 (=3598), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 67).
Cod. marc. Lat. VI, 303 (=3413), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 70).
Cod. marc. Lat. VI, 291 (=2888), siglo XV. BNM, Venecia (MAS, p. 74).
Cod. marc. Lat. VI, 201 (=3568), siglo XVI. BNM, Venecia (MAS, p. 78).
Cod. marc. Lat. XIV, 174 (=4606), siglo XIV. BNM, Venecia (MAS, p. 78).
Marc. Or. 85 (=Cod. marc. 66; olim Nanianus 35). BNM, Venecia (MAS, p. 81).
Biblioteca Medicea Laurenziana, Plut. 71, 33, siglo XV. (Il Ritorno, p. 41).
Bologna, Biblioteca Comunale dell’Archiginnasio, ms. A. 86, siglo XV (Il Ritorno, p. 44).

Ediciones de los textos herméticos

En latín
Hermes Trismegistus, Asclepius, Lucius Apuleius Madaurensis, Opera, Roma: Conradus Sweynheym y Arnoldus Pannartz, 1469.
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, Ferrara, André Belfort, 1472. BNM, Venecia Inc. 722. (MAS, p. 38).
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, Venecia, Luca di Domenico, 1481. (MAS, p. 40).
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, Venecia, Damiano da Gorgonzola, 1493, BNM, Venecia Inc.V.822. (MAS, 43).
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, en: Apuleius. De Asino Aureo…, Florencia, Filippo Giunta, 1513, BNM, Venecia Rari 699. (MAS, 44).
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, en: Iamblichus. De Mysteriis Aegyptiorum, Chaldaeorum, Assyriorum…, Venecia, herederos de Aldus Manutius el Viejo & Andrea Torresano el Viejo, 1516, BNM, Venecia 387.D.28. (MAS, p. 47).
Hermes Trismegistus, Pimander, seu De potestate et sapientia Dei, [Venecia, Pietro De Quarengi ?, 1517]. BNM, Venecia Misc.2645.2.

En lenguas vernáculas

Addendum: El hermetismo durante el Renacimiento en España
Fuentes escogidas y descubiertas por el Dr. Carlos Gilly en su estudio sobre la influencia de las doctrinas del Trimegisto en tierras hispanas, e integradas asimismo en su futura edición crítica de la temprana traducción de Diego Guillén de Ávila del Corpus (1485). Estas fuentes fueron mencionadas en su reciente intervención en la Universidad de Granada, en el transcurso del Curso de Posgrado “Las Máscaras del Mago II: Hermetismo, Alquimia y Magia”.


Obras relacionadas con el hermetismo filosófico: anti-aristotelismo, paracelsismo, “hermetismo cristiano”
ANTOINE MIZAULD, Aesculapii et Vranie medicum simul & astronomicum ex coloquio coniugium, harmoniam microcosmi cum macrocosmo, siue humani corporis cum coelo, paucis figurans, & perspicue demonstrans, Lyon, Jean de Tournes, 1550.
WILLEM MENNENS, Aurei Velleris sive Sacrae Philosophiae Vatum selectae ac unicae mysteriorumque Dei, Naturae, & Artis admirabilium, libri tres, Antwerp, viuda y herederos Jean de Bellère, 1604.

Paracelsismo

La diatriba anti-hermética y anti-paracelsista: “Los enemigos del hermetismo”
COLBERG, Das Platonisch-Hermetisches Christenthum, Begreiffend die Historische Erzehlung…, Frankfurt, Leipzig, 1690-91.

Obras relacionadas con la magia y su relación con el hermetismo

Por último, tengo que decir que estoy pensando sobre alguna nueva vía de financiación razonable para Studia Hermetica. Como proyecto de investigación independiente que es, he implicado una gran cantidad de horas y de esfuerzo, y necesito que esto se traduzca en un gesto por parte de los lectores. No voy a pedir donaciones monetarias porque no me parece bien, ni tampoco pienso en montar un instituto de estudios independiente, porque eso no me convence ni me motiva, pero sí pienso en una vía intermedia: los miembros que integran este nuestro proyecto están sobradamente capacitados para ofrecer una titulación online (u on site) a un precio muy razonable o casi simbólico, o sencillamente a cambio de recursos bibliográficos. También le doy vueltas a la idea de dar apoyo en el estudio de las lenguas clásicas. En fin, si de lo que se trata es de promover un conocimiento académico y confiable sobre estas cuestiones, esto no debe resultar en modo alguno sorprendente. Iré dando más noticias.
Ah, y para quien no lo sepa aún, la revista Azogue está de nuevo en funcionamiento; estos últimos meses tuvimos algunos inconvenientes con el hosting, pero nada que no pueda solucionarse con paciencia.
Agradezco su amable atención, estimado lector, y le deseo un muy feliz y próspero Año Nuevo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ad fontes

“La universidad está hasta los topes de estos espíritus a medias, que por un lado husmean y por el otro intrigan y, cuando se reúnen, despiden un pestilente olor a establo”. Ernst Jünger, Eumeswil.

Saludos amigos. Retomo este cuaderno de notas a propósito del nuevo curso que está a punto de comenzar: “Las Máscaras del Mago II: Hermetismo, Alquimia y Magia”. En dicho curso, que mantiene en líneas generales un nivel académico bastante aceptable –destacable en algunos aspectos–, intervendrán grandes investigadores de nuestros campos de estudio, como Aurelio Pérez Jiménez, José Luis Calvo Martínez, Matteo Martelli, José Rodríguez Guerrero, Mar Rey Bueno, Miguel López Pérez, José Miguel Puerta Vílchez, Francisco de Mendonça y definitely at last but not in the least, Carlos Gilly.
Cuando la Dra. Natalia Arséntieva me invitó a ser coordinador del curso, este pasado verano, me pareció una oportunidad inmejorable para invitar a estos mis buenos amigos y colegas de investigación, que gravitan en torno a la SEHA (La Sociedad Española de Historia de la Alquimia), a Azogue y a Studia Hermetica, y a la CEEO-UNASUR. Estas personas están dotadas de una gran erudición y de una generosidad que no les va a la zaga, y yo me considero deudor de su trabajo. A todos les doy las gracias por aceptar finalmente mi invitación, porque mi mayor anhelo es escucharles. Ambiciono poco más, la verdad.
Y de hecho, tan poco ambiciono, que he decidido declinar la invitación de la Dra. Natalia Arséntieva a intervenir en las conferencias previstas para el día 9 y para el 21 de este mes de noviembre. En otras palabras, mis conferencias no se celebrarán. Es una decisión personal, no compartida (y al parecer, tampoco entendida) por la dirección. He prometido no revelar los motivos concretos de tal renuncia, pero como alguna razón he de dar por respeto a los asistentes, se ha debido a importantes divergencias y desavenencias con la dirección y la coordinación del curso. Quiero además que esta renuncia se interprete por los lectores de Studia Hermetica y de Azogue como un claro aviso y como un gesto: la Universidad de Granada ha de tomárselo mucho más en serio si quiere llegar a ser un foco aceptable en estos nuestros campos de estudio. De momento, este curso es una prueba innegable del buen hacer académico y del legado del Dr. José Luis Calvo Martínez, pero veo peligrar dicho legado si no se enmiendan pronto algunas actitudes, y si no se ponen al frente las personas adecuadas, y esto no se traduce en futuras sesiones de trabajo, tesis doctorales y en bibliografía de un nivel académico aceptable, en continuo diálogo con el resto de investigadores del orbe.
Hablando en un plano más general y abstracto, en España identifico un problema muy grave en esto de la investigación: muchos académicos son sujetos aposentados y comodones, ávidos de estrechar manos y jijijajajear con sus colegas, así como de viajar a cargo del común de los pecheros a congresos con el solo fin de alardear de ello entre sus amigos y allegados. De estampar sus nombrecitos en tal exposición, obra o evento (en ocasiones, rapiñando el trabajo ajeno descaradamente): “Yo estuve allí”. “Conozco a fulanito y a menganito, son grandes amigos míos, etcétera”… En realidad, no les importa ni lo más mínimo la calidad de sus aportaciones y de su trabajo, y no se preocupan de comparar dicha labor con los estándares internacionales de calidad. Es evidente: las humanidades se están ahogando en el negro pozo de la mediocridad.
¿Y qué hay de los libros, amici?, ¿qué hay del conocimiento y del placer de obtenerlo?, ¿qué hay del gusto por compartirlo con otros apasionados y amantes de las letras, las artes y las ciencias? ¿Qué ocurre con los en apariencia sencillos actos de pensar, leer y escribir? Nada: a sacar brillo a los títulos obtenidos cogiendo apuntes y a los doctorados y los másteres otorgados entre amiguetes. Algunos académicos dan más valor a celebrar certámenes para darse tono en público, que a leer y escribir correctamente. De esto ya se me quejaba, de hecho, una persona a la que admiro mucho, allá en mi Salamanca querida. Hablo del Dr. Rodríguez-San Pedro-Bezares, un gran humanista que veía con amargura cómo colegas de departamento (y catedráticos), de un nivel intelectual paupérrimo, lograban estipendios y prebendas de manera fraudulenta.
Cambiando de tercio, tengo que decir que comprendo y me identifico con la figura de Martin Venator, el protagonista de la novela de Jünger que cito en el encabezamiento. Me siento más cómodo observando y trabajando en soledad. Además, yo me debo exclusivamente a mi propia conciencia, y no encuentro mayor interés en ser agasajado en truculentos ámbitos universitarios. Tengo mi propio espacio por derecho propio, y un futuro por delante para continuar leyendo, pensando y acaso escribiendo. La posición que te da la independencia y la equidistancia es la que se me antoja más cómoda; de este modo no tienes que mancharte las manos con mequetrefes y tienes la oportunidad de aprender de los mejores, sin ambiciones más allá del conocimiento y del placer de obtenerlo.
Animaos a venir al curso, amigos. Mi renuncia no añade o quita nada a este magnífico evento. Tan sólo es un gesto que he creído justo hacer, porque mi paciencia tiene un límite, y me debo a unos principios y a unas personas que confían en mí, y a unas organizaciones académicas que han apoyado el curso y que esperan algo más que un merendero universitario. Además, quien viva en Granada o pase por aquí, y quiera escucharme o dialogar conmigo acerca de esto del hermetismo, sólo tiene que pedírmelo. No hace falta que acuda a un aula universitaria.
Es más, probablemente el viernes (si todo va bien, claro), se inaugurará una exposición de libros que voy a comisariar. No es nada del otro mundo: he querido que aquellas obras sepultadas en las bibliotecas de la universidad salgan a la luz por unos días, con el fin de que la comunidad universitaria se detenga en ellas por unos instantes, al menos. Que las contemple y lea el catálogo de la exposición, y que una vez regresen a sus estanterías, no se pierdan en el agujero negro del olvido, sino que sean continuamente acariciadas, leídas y devoradas, sobre todo por los estudiantes. En Salamanca ya me quejaba de que esto era así, de que muchas joyas del saber habían caído en el ostracismo, pero aquí en Granada el asunto es esperpéntico: la peña acude a las bibliotecas a cuchichear, a sacar fotocopias y a subrayar sus pegajosos apuntes. 

En fin, mi participación a partir de ahora se reducirá a ocuparme de esta muestra de libros y de mis invitados; y estad atentos, porque de vez en cuando iré dejando informaciones y materiales en la sala dedicada a la muestra, enfrente de la biblioteca general de la Facultad de Letras, para que todos aquellos interesados hagan uso de ellos. En cuanto a la muestra en sí, básicamente se mostrarán las portadas impresas de esas fuentes “escondidas” por obra de siniestros funcionarios, en la caja fuerte obsoleta y oxidada que hoy por hoy constituye la biblioteca del Hospital Real, así como algunas de las ediciones críticas de los textos que manejamos habitualmente. El resto de títulos a mostrar son aquellas monografías y estudios de algún modo importantes para el estudio académico del hermetismo y sus corrientes aledañas.
Nada más, amigos. Muchísimas gracias por vuestra atención.